viernes, 6 de mayo de 2011

Wroclaw, una ciudad magica.

Entrada al mundo de los duendes.
En Wroclaw hay una ventana en la plaza central que no es una ventana, esta pintada en la pared y se confunde con las reales.  Caminando por allí siempre la busque y no la encontré. Cuando salía a tomarme unos tragos le preguntaba a la gente que vive allí, todos la conocían pero nadie sabia exactamente donde estaba. Así pasaron los días y lo único que encontraba en las calles eran Gnomos o Duendes. Estas criaturas metálicas están en cualquier parte de la ciudad si no tienes cuidado te tropiezas con ellas, cada uno es diferente del otro y siempre están haciendo algo muy peculiar que tiene que ver con el sitio en donde están, al lado de un banco esta uno sacando dinero, afuera de un parque acuático hay dos duendes, uno clavando y el otro empujándolo, en la biblioteca no puede faltar el duende leyendo, cerca de un semáforo el duende vendiendo periódicos, en un típico restaurante el duende comiendo Pierogi, plato típico de Polonia, en una calle el duende mico colgado de un farol, cerca de una estación el duende viendo televisión esperando el metro,  entre otros. Por supuesto los duendes no pueden aguantar frio en la noche y necesitan descansar de su larga jornada entonces también tienen su casa, hay una entrada al mundo de los duendes que esta vigilada por uno de ellos aunque por lo general esta dormido así que pueden entrar.


Edificio con una ventana pintada. ¿pueden encontrarla?
El ultimo día que me quedaba en la ciudad decidí salir a encontrar la tan esquiva ventana. Me arme de valor, por valor entiéndase un papelito con la frase en polaco para comprar los tickets de bus porque aquí las gente mayor trabaja en ese tipo de tiendas y ni pio de ingles, por lo general me colaba en el bus pero esta vez quería llegar rápido y sin complicaciones. Llegue a la plaza central y empecé a preguntar a cuanto transeúnte pasara. Los turistas no tenían ni idea, los locales como siempre me decían que si sabían de la ventana y que sabían que estaba en la plaza pero nada mas.
Al fin di con un guía turístico que me indico la calle, atravesé varias veces la calle y aun así seguía sin encontrarla, llegue a pensar que me estaba tomando el pelo, pero después de unos 30 minutos caminando en la misma calle la encontré.